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Algunos argumentos científicos contra la experimentación animal

Posted by on 24 April, 2021

Uno de los puntos más importantes para considerar en la discusión contra la experimentación animal es lo que la propia ciencia demuestra. En efecto, aun por fuera de la cuestión propiamente animal (ética, derechos, etc.), la evidencia producto del método científico también se expide contra estas prácticas. A continuación, recopilamos fragmentos del artículo “Argumentos científicos contra los experimentos en animales”, de la Coalición europea para el fin de los experimentos en animales (ECEAE, por sus siglas en inglés, The European Coalition to End Animal Experiments).

 

+ Entre los seres humanos existen notables diferencias a nivel biológico, endocrino, etc., de modo que, si no podemos compararnos entre los propios humanos, ¿cómo podrían transferirse con éxito los resultados de pruebas en animales a los seres humanos? “Incluso si nuestro genoma, en gran medida, corresponde al de los monos o incluso al de los ratones, no existe una ecuación matemática en el sentido de que compartir genes similares sea lo mismo que ser idéntico a otro ser vivo”.

 

+ La experimentación animal es de hecho tan incierta que podría apostarse a que el traslado de los resultados en el ser humano sea exitoso sin más garantías que el azar. “De acuerdo con un estudio, se puede predecir solo el 43% de los efectos secundarios en humanos usando especies como los ratones y las ratas, los cuales se utilizan sobre el total de animales en un 70% y 11% respectivamente, en Alemania”. De hecho, “no es de sorprender que de las 150 sustancias que se probaron como efectivas al tratar la inflamación severa en animales, ninguna haya tenido éxito en los humanos”.*

*Desde SHAC Argentina quisiéramos relativizar un poco el argumento conocido de que “la experimentación animal simplemente no funciona”, para los casos en que lamentablemente sí lo hace. Si hemos de utilizar la evidencia científica como argumento en contra de estas prácticas, no debemos olvidar todos los hechos. De cualquier modo, nuestra intención es visibilizar lo más posible la realidad desde todos sus ángulos teniendo como horizonte la necesaria abolición de los experimentos en animales. No estamos contra la ciencia ni contra la humanidad, sino contra el sufrimiento innecesario en la ciencia en este momento histórico.

 

+ Como las enfermedades que se investigan son en gran parte o solamente propias de los humanos y no de los demás animales (Parkinson, Alzheimer, etc.), “se manipula a los animales de forma genética, quirúrgica, médica y conductual para que desarrollen síntomas similares a los de la enfermedad [humana]”. Sin embargo, es necesario considerar que “los síntomas inducidos de forma artificial no tienen nada en común con la propia enfermedad humana que se intenta simular”, entre otras cosas, porque “de manera habitual, una enfermedad comprende múltiples síntomas que se reproducen de forma individual en diferentes modelos animales [especialmente diseñados para este fin]”.

Por otro lado, resulta vital recordar que “los animales no son máquinas, sino que pueden reaccionar de formas por completo diferentes” a los protocolos, y que “el estrés que padecen puede influir enormemente en los resultados”. El artículo se pregunta: acaso “¿qué persona vive, se alimenta y se comporta bajo ‘condiciones de laboratorio’?”.

 

+Dato a tener en cuenta: “Entre el 92,5% y el 95% de todos los fármacos farmacéuticos que se encontraron como efectivos y seguros en estudios en animales fallaron en las subsiguientes fases clínicas 1 a 3 en humanos”. De esto se tienen casos documentados, de épocas pasadas y años recientes, quizá el caso más conocido sea el de la talidomida.

 

+El artículo establece que existen sustancias de las que no nos estamos beneficiando porque, de manera general, todo fármaco, tóxico, etc. debe pasar antes por pruebas en animales antes de llegar al uso humano. De modo que, así como hay drogas aprobadas como la penicilina y el paracetamol, que nos serían prohibidas hoy día por sus efectos negativos en algunos animales, debe haber sustancias que al no estar siendo probadas directamente en humanos o en sus simulaciones virtuales, las estamos desconociendo.

 

+La experimentación animal más que un método de ciencia preciso y confiable, se presenta como “una tradición fuertemente anclada en las mentes de la mayoría de los investigadores y así también en los laboratorios”. Pero si pensamos en el funcionamiento burocrático-económico del mundo científico, podemos notar que “la carrera y las oportunidades monetarias son predominantes en el campo de la investigación animal”, a la vez que “los experimentos en animales funcionan como una coartada para la industria farmacéutica (…) Estamos hablando de un mercado gigante de muchos millones de dólares que depende de la continua experimentación animal”.

 

+El siglo XXI nos permite un campo de acción mucho más amplio, ético y desarrollado en el campo de la biomedicina, farmacéutica, enseñanza, etc. Para empezar, el artículo menciona los estudios de poblaciones y de pacientes, las autopsias, los cultivos de células.

Pero desde una tecnología más novedosa (que debemos pujar porque sea también cada vez más accesible), “la clave está en la investigación personalizada”. Estos son los famosos órganos en chips o incluso organismos en chips. En efecto, la gran dificultad de los métodos alternativos tradicionales es que no simulan el funcionamiento del organismo, por lo que la tecnología de los organismos en chips viene a proponer un cambio en el paradigma actual.

Recordemos que “a pesar de que los ratones y ratas sean organismos vivos, son otras especies y, por lo tanto, ¡irrelevantes para los humanos!”.

4-organ-chip

Chip de 4 órganos

 

Esperamos que esta información te resulte útil. Nos sobra evidencia para demostrar que la experimentación animal debe ser una práctica del pasado lo más pronto posible.

 

El artículo original se llama “Wissenschaftliche Argumente gegen Tierversuche” y lo escribió Gaby Neumann en 2019. Nosotrxs nos basamos en su traducción al inglés de Reuben Procter (adjunto).

Scientific Arguments Against Animal Experiments -ECEAE

¡Liberación animal!

SHAC Argentina

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